Continuamos explicando las Afasias Corticales, en este caso la Afasia de Broca.
La afasia de broca o motora es
una afasia cortical no fluente. Ésta fue descrita por Pierre Paul Broca entre 1861-1865.
Durante mucho tiempo también fue conocida como afasia motora eferente o
cinética.
A continuación, describiré las características
más significativas de esta patología.
En primer lugar, haciendo
referencia al lenguaje su rasgo más
destacado es el de un lenguaje conversacional no fluente, cuya lentitud se
acentúa en conversaciones meditadas y
disminuye en guiones preparados. Esta falta de fluencia no debe confundirse con
alteraciones de la voz o de la articulación. Además, se debe valorar el nivel
para-verbal que está compuesto por atención/concentración, percepción, memoria
y gestos.
En este tipo de afasia, la
comprensión del lenguaje al igual que su comprensión lectora, están
relativamente conservadas, pero nunca dentro de parámetros normales. Derivado
de este hecho, suelen señalar correctamente cuando se les pide.
Su repetición, denominación,
escritura y lectura en voz alta están alteradas.
En general, su lenguaje expresivo
está compuesto por sustantivos, con una marcada deficiencia o ausencia de
estructuras sintácticas y afijos (agramatismo). Algunos ejemplos de los errores
observados son: simplicaciones ( “tes” en vez de “tres”), anticipaciones
(“lela” en vez de “tela”), sustituciones de fonemas fricativos por oclusivos
(“teda” en vez de “seda”)…
Por otra parte, hay distintos signos neurológicos asociados a una
afasia motora como lo son una hemiparesia severa. También suele presentar
hiperreflexia y reflejos patológicos en el hemicuerpo derecho (contralateral a
la lesión).
Otro de estos signos, es una
disartria severa por debilidad muscular, pérdida de la sensibilidad cortical,
apraxia simpática, apraxia del habla etc. Esta última se caracteriza por la
dificultad en inicial y mantener el habla, además, es mayor para el habla
voluntaria que para el habla automática. Esto no quiere decir que no existan
intentos de articular, sino que no suelen ser satisfactorios. También existen
autocorrecciones y una disprosodia que no mejora aun habiendo conseguido el
tono, fuerza y ritmo normales.
En lo referido a su topografía, no hay acuerdos sobre sobre
donde están los daños exactamente, puesto que las lesiones en el área de Broca no
son suficientes para producir el síndrome. Por lo tanto, tendremos dos tipos de
afasia de Broca:
- Tipo I: las lesiones se limitan específicamente al área de Broca. Se trata de una afasia ligera en l que sólo observamos leves dificultades articulatorias, y una habilidad reducida para encontrar las palabras. La apraxia y la hemiparesia suelen ser mínimas.
- Tipo II: es la forma extendida del síndrome y se observa daño adicional que se extiende en la región opercular, la circunvolución precentral, la ínsula anterior y la sustancia blanca para-ventricular y peri-ventricular. Existen más signos lesionales: hemiparesia derecha, apraxia buco-facial, apraxia ideomotora de mano izquierda; además de síntomas afectivos: depresión, reacción catastrófica,…
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